Una década de próteas

DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma

Uno de los cultivos que se introdujo en La Palma más recientemente y que ha logrado mantener un crecimiento sostenido, así como un buen encaje en el mercado, es de próteas, un género de flores poco conocido en España pero muy estimada en el resto de Europa como elemento ornamental. Este año cumple diez años la cooperativa que aglutina a los ochenta agricultores que cultivan estas flores en La Palma.

Próteas La Palma nació en el año 2002, pero su precedente hay que buscarlo unos pocos años atrás, cuando la entonces responsable de Agricultura en el Cabildo, Margarita Castro, fallecida tristemente en 2006, impulsaba el cultivo de estas plantas en la Isla, después de que la iniciativa se pusiera en marcha inicialmente en Tenerife.

En 1998 se llevaron a cabo las primeras plantaciones, mientras que comenzaron a exportar las flores entre 2000 y 2001. Este grupo inicial de siete agricultores, gracias a la “visión” de la consejera del Cabildo, se embarcó como una comunidad de bienes en este proyecto que, como señala el gerente de la cooperativa, Francisco Molina, “siempre contó con el apoyo del Cabildo”.

Desde su nacimiento, tanto la extensión de terreno cultivada (hay plantaciones en todos los municipios, salvo Tazacorte) como el número de socios de cooperativa Próteas La Palma no ha parado de crecer. En concreto, actualmente está compuesta por ochenta socios y la extensión cultivada es de unas 25 hectáreas.

En cuanto al volumen de producción, el crecimiento ha sido también continuo hasta hace tres años, cuando alcanzaron el pico máximo, con un millón y medio de tallos. Valga como ejemplo de esta progresión, que en el año 2002 la cooperativa exportó 50.000 tallos. En este último ejercicio han comercializado alrededor de un millón de tallos.

Reconversión

Francisco Molina explicó que este retroceso en la producción responde a que cuando llegaron al pico máximo, “nos dimos cuenta de que había una serie de variedades de flores que se plantaron al principio pero que el mercado no las quería o no tiraban bien y, además, tenían mal precio, luego era evidente que este no era el camino que debíamos seguir”.

“Hace tres años nos dimos cuenta de que había muchas flores y poco dinero, por la existencia de variedades poco rentables, por lo que decidimos adelantarnos al problema y eliminar esas variedades que tan mal resultado estaban dando y sustituirlas por otras”, recalcó. La prótea tarda entre dos o tres año en producir, de ahí que haya bajado en estas últimas anualidades a la espera de que empiecen a dar su fruto el próximo año las nuevas flores.

“Lo que hemos hecho es actuar con cabeza”, apostilló el gerente, quien calificó este proceso de la cooperativa como de “reconversión”, dijo.

Dicha reconversión está consistiendo en que “todas la variedad más viejas y obsoletas las hemos reemplazados por otras nuevas” que tengan un mejor encaje en el mercado. Una labor que han realizado en coordinación con los importadores, para acertar con las variedades que tienen futuro. Entre las nuevas flores que están plantando los miembros de la cooperativa, destacan la artic ice, que sólo encuentra en el Hemisferio Norte en La Palma. Es una planta de color blanco.

Además, según explicó Molina, “muchas de estas variedades nuevas que estamos plantando, de las que tres son blancas, ahora empiezan a producir”. De esa manera podrán estar listas en un momento en el que el mercado se queda prácticamente sin flores, “entre los meses que van de octubre a enero”. Y es que las producciones de Sudáfrica terminan a principios de noviembre, mientras que en el Hemisferio Norte empiezan a finales de diciembre. “Hay dos o tres meses en que el mercado se queda en blanco, sin nada y es donde nosotros queremos introducir una producción importante para conseguir mejor precio”.

Pese a la gran aceptación que tienen estas flores en el mercado europeo, ocurre todo lo contrario en el ámbito interior. el gerente de la cooperativa achaca esta situación fundamentalmente a un problema de conocimiento. “Al consumidor canario desde que le quites la sota, el caballo y el rey, es decir, la rosas, los claveles y los crisantemos, no saben donde no hay muchos más allá, al igual que ocurre en la Península”. “El gran obstáculo es es el desconocimiento de la flor”, insistió.

“Quienes realmente conocen las próteas son el resto de europeos, que las han visto con una cierta una continuidad en el mercado”. Molina explicó que “antes de que se plantaran en el Hemisferio Norte, estaban acostumbrados a ver próteas de Sudáfrica desde marzo hasta noviembre”. Es precisamente en ese espacio de tiempo en el que el mercado queda prácticamente desabastecido, cuando “entramos nosotros a producir y así el mercado tiene próteas todo el año”.

La mayor parte de la producción se destina al mercado central europeo de flores, en Holanda, donde se distribuye a otros países, de ahí que sea una parada obligatoria para cualquier iniciativa relacionada con las flores en el Viejo Continente. Si bien, la cooperativa palmera está logrando abrir nuevos mercados a los que acudir sin intermediarios, como el de Japón, que se suma a Francia e Italia, a los países en que han consolidado las ventas. De hecho, Próteas La Palma tiene grandes esperanzas en un mercado como es el asiático, donde tienen contactos pendientes con Corea o Singapur.